miércoles, 15 de abril de 2009

LAS DEUDAS DE FOX


Hace unos días un amigo me comentaba que sobre los problemas que está enfrentando para pagar la deuda de su casa adquirida hace algunos años a través del INFONAVIT y con apoyo de un banco privado.
El recuento de sus amarguras tales como la pésima calidad de los materiales usados en su vivienda, lo caro del crédito bancario pero necesario a fin de cuentas ya que el INFONAVIT no le prestaba lo suficiente para adquirir la vivienda de interés social que necesitaba debido al número de personas que integran su familia, que son cuatro y por lo tanto necesitaba una casa de dos recámaras; lo pequeño de su casa, lo incómodo que vive, y muchos lamentos más.
Esta persona es un profesionista y tiene un trabajo de buen nivel en una de las empresas de mayor capital del puerto jarocho. Su esposa también profesionista trabaja para ayudar a completar la economía familiar.
No pude omitir recordar que cuando se construyó uno de los primeros desarrollos del INFONAVIT en el puerto de Veracruz, el llamado “Buenavista”, allá por los años 70s; un buen número de los obreros de Astilleros de Veracruz S. A de C. V, como se llamaba en aquel entonces los astilleros navales con sede en este puerto y que hoy son propiedad de extranjeros; adquirió su vivienda en ese desarrollo habitacional.
Fui invitado en varias ocasiones a sus casas y si bien eran casas modestas los materiales eran de buena calidad, ahí están todavía, algunas con dos pisos extras encima de ellas; y el terreno era de un tamaño aceptable que permitía no sentirse asfixiado dentro de ellas.
En fin, viviendas dignas para los trabajadores mexicanos; esa era la idea y se cumplía cabalmente. Los profesionistas de la época podían adquirir mediante crédito bancario su casa en algunos de los fraccionamientos al sur de la ciudad, o su terreno para construir en él.
Hoy en día, los profesionistas promedio a los más que pueden aspirar es a su casa de interés social vía INFONAVIT con apoyo de alguna financiera especializada en el ramo o de la banca privada.
Lo cual me trajo a la memoria una de las frases más recurrentes del lunático expresidente Vicente Fox, cuando decía hasta hincharse de orgullo que durante su sexenio 8 millones de mexicanos habían adquirido un patrimonio gracias a las casas de interés social; miles de las cuales al parecer fueron hechas por miembros de su familia.
Perdón pero, ¿Qué acaso un patrimonio no es una propiedad?
Porque mi amigo, y como él millones de ciudadanos mexicanos lo que adquirieron fue una deuda, una deuda que cada día es más difícil de cubrir.
Por otro lado, los inmuebles son de tan mala calidad que aún faltando muchos años por pagar ya han tenido que realizar innumerables reparaciones mayores para subsanar las deficientes construcciones.
Todo lo anterior para beneficiar a unos cuantos privilegiados del gobierno de Vicente Fox que hicieron fortuna gracias a ese crimen perfecto, del cual es cómplice el gobierno de la república, que es la construcción de vivienda de interés social en nuestro país.

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